FUENTES DE INFORMACIÓN EN LAS REDES Y SU VERACIDAD

No toda la información publicada en Internet es fiable. Esto es algo que deberían saber todas las personas, aunque seguro que muchas de ellas lo desconocen. Cuando alguien busca en Google quiere un resultado rápido a una consulta, a una necesidad de información. Pero, ¿quién le dice a esa persona si la información encontrada es válida o no? Muchas veces se dejan llevar por su intuición o por la posición de los resultados.

Ahora bien, ¿de qué o quién nos tenemos que fiar para conseguir información fiable? Según la Wikipedia (ya que estábamos con ella) hay unas normas básicas en cuanto a sus fuentes fiables. Normas básicas que dicen que los artículos deben utilizar principalmente fuentes fiables, independientes y publicadas, que las fuentes deben respaldar directamente la información aportada, que las fuentes deben tener una buena reputación y que dichas fuentes deben estar disponibles. Y dichas fuentes pueden ser primarias, secundarias y terciarias, publicaciones especializadas, prensa generalista…  pero no autopublicaciones (libros autopublicados, fanzines, páginas webs personales, blogs, foros de discusión, redes sociales…)

La red ha traído consigo la democratización de la información. Hay millones de canales en los que compartir noticias, y cualquiera, desde su casa o incluso, desde su dispositivo móvil, puede, en un momento dado, compartir una información en internet. Por eso, a la hora de dar credibilidad a una información y compartirla con nuestra comunidad, debemos ser cautelosos.

Si queremos ofrecer una información de calidad y veraz a nuestros seguidores, debemos tener en cuenta una serie de normas antes de compartir una noticia que hayamos encontrado en la red, para asegurarnos que se trata de una noticia fiable:

5 consejos rápidos para evaluar la fiabilidad de la información web
1.   
  1.    No te quedes con el primer resultado. Busca, compara y revisa… y usa la búsqueda avanzada.
  2.    Mira quién escribe la información. Trata de ver las credenciales del autor y su reputación.
  3.       Ten en cuenta el medio en el cual se publica dicho contenido por si pudiese haber algún tipo de sesgo en la información o publicidad.
  4.       Mira si el contenido es actual, original, correcto (bien escrito), tiene un razonamiento lógico y si cita sus fuentes de información.
  5.           Pregunta a tu bibliotecaria/o… pídele su opinión.


Seguir estos pasos te ayudará a que los perfiles sociales de tu asociación sean rigurosos y de calidad, lo que os convertirá a vosotros mismos en fuentes fiables y de referencia para otros pacientes, medios de comunicación, etc.




5 comentarios:

  1. VIZCARRA FERNANDA
    La Internet ha posibilitado el que cualquier persona pueda publicar sus escritos en línea, directamente y sin tener que pasar por los tradicionales cedazos como lo son editores y casas publicadoras. Ello constituye un gran avance pues permite a los usuarios de Internet encontrar información más reciente y actualizada que aquella que pueda obtenerse de un libro, pues durante el tiempo que transcurre entre la fecha en que el autor culmina su redacción y la fecha en que éste es finalmente publicado y accesible al público la información de éste podría perder su actualidad.


    No obstante, esta facilidad para publicar conlleva también desventajas que no podemos perder de vista. Al no haber un proceso de selección y de edición previo a la publicación, por lo general la calidad del material publicado queda adversamente afectada. Por tal razón, al utilizar recursos de la Internet para realizar tus investigaciones es de suma importancia que evalúes críticamente la información. A grandes rasgos, la mayoría de los autores sobre el tema coinciden en que se deben considerar dos factores básicos: la credibilidad de la fuente, y la calidad del contenido. En específico, para explorar estos factores, se recomienda que analices los siguientes aspectos: el autor; la fecha de publicación y su más reciente actualización; el propósito y la objetividad de la fuente; y el tipo de dominio.
    En caso de que la información que has encontrado no tenga un autor propiamente definido, debes verificar quién puso esa información en la Internet. Para ello debes identificar quién es el responsable o encargado de la página en la cual se encuentra publicada la información y cuáles son sus credenciales y cualificaciones para la información que suministra. Si una página no contiene el nombre del autor o de la institución entonces debemos desconfiar de la página

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  2. SOQUI ARI
    No toda la información publicada en Internet es fiable. Esto es algo que deberían saber todas las personas, aunque seguro que muchas de ellas lo desconocen. Cuando alguien busca en Google quiere un resultado rápido a una consulta, a una necesidad de información. Pero, ¿quién le dice a esa persona si la información encontrada es válida o no? Muchas veces se dejan llevar por su intuición o por la posición de los resultados.Hay un poco de controversia, por ejemplo, con la Wikipedia. Por un lado están los que piensan que la información que se publica en la plataforma no reúne los requisitos como para ser considerada una fuente fiable por la falta de autoría en sus artículos, e incluso por su falta de objetividad,… pero por otro lado están los que dan mayor importancia a la inteligencia (participación) colectiva para la creación de contenidos de calidad y la rápida actualización. De hecho un estudio elaborado por la revista Nature llegó a la conclusión que la Wikipedia es tan confiable como la Enciclopedia Británica.
    Ahora bien, ¿de qué o quién nos tenemos que fiar para conseguir información fiable? Según la Wikipedia (ya que estábamos con ella) hay unas normas básicas en cuanto a sus fuentes fiables. Normas básicas que dicen que los artículos deben utilizar principalmente fuentes fiables, independientes y publicadas, que las fuentes deben respaldar directamente la información aportada, que las fuentes deben tener una buena reputación y que dichas fuentes deben estar disponibles. Y dichas fuentes pueden ser primarias, secundarias y terciarias, publicaciones especializadas, prensa generalista… pero no autopublicaciones (libros autopublicados, fanzines, páginas webs personales, blogs, foros de discusión, redes sociales…)
    Bueno, eso es lo que considera Wikipedia a la hora de redactar sus artículos y conseguir sus fuentes. Recomendaciones que pueden ser aplicadas como norma a la hora de realizar un trabajo. Pero, ¿y qué hacemos con nuestras búsquedas en Google? ¿No son fiables si son enlaces a blogs o páginas web? Sí, son fiables hasta que no descubras lo contrario… aunque casi mejor al revés: no son fiables hasta que no compruebes su fiabilidad / veracidad.
    Está claro que la información que encontramos por Google cuando queremos hacer un trabajo hay que cogerla con pinzas. No basta con quedarse con la primera búsqueda realizada, el primer resultado que se muestra y hay que mirar más allá de la primera página de resultados. Sobre todo hay que fijarse en el medio que publica dicha información, su autor, si el contenido se ajusta a lo que se busca
    La red ha traído consigo la democratización de la información. Hay millones de canales en los que compartir noticias, y cualquiera, desde su casa o incluso, desde su dispositivo móvil, puede, en un momento dado, compartir una información en internet. Por eso, a la hora de dar credibilidad a una información y compartirla con nuestra comunidad, debemos ser cautelosos.
    Internet es un medio donde se comparte muchísima información y sería erróneo poner en números la cantidad de cuánto contenido se está compartiendo, porque estos varían todo el tiempo, están en constante flujo. Con este dato, sumado a que cualquier persona puede compartir a través de la web y sobre todo de las redes sociales, surge el problema de que mucha de la información que circula y se replica es falsa.
    No te quedes con el primer resultado que te arroje la web porque podrías estar tomando como verdadera una información falsa. Y no solamente la web genera información falsa, sino que con la facilidad de compartir mediante las redes, la información se extiende por todos lados sin que nadie lo cuestione. Para utilizar el término correcto: se viraliza.
    Cabe destacar que la veracidad de una fuente no tiene que ver con el lugar que ocupe en la lista de resultados que el buscador arrojó. Los motores de búsqueda utilizan distintos criterios para posicionar una página o una noticia, pero los de fiabilidad no son, por lo menos, los únicos.

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  3. La Internet ha posibilitado el que cualquier persona pueda publicar sus escritos en línea, directamente y sin tener que pasar por los tradicionales cedazos como lo son editores y casas publicadoras. Ello constituye un gran avance pues permite a los usuarios de Internet encontrar información más reciente y actualizada que aquella que pueda obtenerse de un libro, pues durante el tiempo que transcurre entre la fecha en que el autor culmina su redacción y la fecha en que éste es finalmente publicado y accesible al público la información de éste podría perder su actualidad.


    No obstante, esta facilidad para publicar conlleva también desventajas que no podemos perder de vista. Al no haber un proceso de selección y de edición previo a la publicación, por lo general la calidad del material publicado queda adversamente afectada. Por tal razón, al utilizar recursos de la Internet para realizar tus investigaciones es de suma importancia que evalúes críticamente la información. A grandes rasgos, la mayoría de los autores sobre el tema coinciden en que se deben considerar dos factores básicos: la credibilidad de la fuente, y la calidad del contenido. En específico, para explorar estos factores, se recomienda que analices los siguientes aspectos: el autor; la fecha de publicación y su más reciente actualización; el propósito y la objetividad de la fuente; y el tipo de dominio.
    Para investigar más a fondo cuán experto es el autor de un escrito publicado en la Internet, puedes también utilizar el mecanismo de “Author Profile” (perfil del autor) que provee el motor de búsqueda DejaNews. Puedes seleccionar el “Power Search” de DejaNews, insertando el correo electrónico del autor en el recuadro de “Author” y hacer la búsqueda. Los resultados que obtengas te dejarán saber dónde más ha publicado el autor, lo que ha dicho y qué tan profundo y preciso parece ser su conocimiento.

    En caso de que la información que has encontrado no tenga un autor propiamente definido, debes verificar quién puso esa información en la Internet. Para ello debes identificar quién es el responsable o encargado de la página en la cual se encuentra publicada la información y cuáles son sus credenciales y cualificaciones para la información que suministra. Si una página no contiene el nombre del autor o de la institución entonces debemos desconfiar de la página.

    En algunas ocasiones el url nos indica si el que produce la información está afiliado a una institución educativa (.edu), gobierno (.gov) , militar (.mil) o comercio (.com). Si el url tiene una tilde ( “~”) esto significa que es una página personal, en vez de ser una página de una institución. A continuación se provee más información en torno al url y los dominios.

    Dominios:

    Los dominios son el sufijo de tres letras que aparece después del punto en el url o dirección de la página. Los dominios pueden ser: .edu (educativo); .gov (gobierno); .com (comercial); .net (proveedor de servicios); .mil (ejército); y .org (institución sin fines de lucro).

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  4. En la actualidad vivimos en un mundo donde todo gira en torno a la tecnología, gran parte de la comunicación y el perfeccionamiento de los individuos se desarrolla en la Web. Asimismo, la cantidad de información que se transmite a través de las redes sociales ha aumentado exponencialmente en concordancia al número de usuarios de esta. Por lo mismo, en el presente trabajo buscaremos establecer los criterios con que se juzga la información entregada en la red social Facebook, es decir, cuál es la percepción de los usuarios ante lo publicado en la red social, intentando determinar el grado de veracidad en las fuentes de información que los usuarios manejan.
    Las instituciones abocadas a la seguridad ciudadana tienen entre sus obligaciones mantener informada a la ciudadanía sobre los diversos acontecimientos referidos a la seguridad del entorno. Cuando este vínculo entre instituciones y sociedad se fragmenta, los ciudadanos buscan fuentes de información alternativas, como son las redes sociales en línea, que en la actualidad parecen ser confiables debido a la legitimación de sus públicos, convirtiéndolos en líderes de información y opinión. No obstante, en la presente investigación, se debe considerar que la percepción de los individuos (sobre la base de la información que fluye a través de las redes sociales tradicionales como en línea) puede crear fenómenos de desinformación y victimización.
    Ante la abundancia de contenidos en Internet, es importante saber seleccionar cuáles son los de mayor calidad.
    Internet es uno de los más grandes aliados de los estudiantes a la hora de buscar información. En esta infinita fuente de datos y contenidos, podemos encontrar cientos de recursos y materiales para poder investigar sobre diferentes temáticas e incluso elaborar tareas universitarias.

    Para poder crear trabajos de calidad, debemos saber diferenciar cuáles son fuentes fidedignas y cuáles no.

    A la hora de buscar información sobre una persona, suceso o tema, es necesario recurrir a fuentes y recursos que contengan información confiable, sobre todo si debemos elaborar un proyecto o trabajo universitario y necesitamos conocer la temática en profundidad y asimilarla.

    Cuando se elige una fuente, es importante contar con un buen criterio de selección, dado que no todos los materiales poseen la misma calidad, sobre todo en Internet, un espacio donde todos pueden compartir su visión u opinión.

    Hay diferentes tipos de textos y contenidos audiovisuales que son muy útiles a la hora de buscar información y conocimientos sobre diferentes temas. En Internet podemos encontrar algunas plataformas que los alojan y sirven, no solo para buscar datos específicos necesarios en un trabajo universitario, sino para mantenernos informados y culturizados como ciudadanos.

    Actualmente, entre las plataformas más destacadas, se encuentran las bibliotecas digitales que permiten acceder a infinidad de libros y documentos originales.
    Otros sitios donde se puede hallar información de calidad es en los buscadores académicos, especializados en contenidos de este tipo.
    Es importante saber separar cuáles son los sitios de Internet que alojan contenidos de calidad y confiables, en los que puedas basarte para la elaboración de un trabajo.

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  5. Rivera Padilla Daniela
    La información disponible en la Web no está regulada de acuerdo a su calidad o veracidad, por lo que en la era de la información es muy común que nuestros estudiantes recurran a la Internet como primera fuente de información para la realización de investigaciones y/o trabajos académicos, pero entre tantos resultados arrojados en cada búsqueda, no saben identificar cuales serían fuentes confiables
    Si bien es cierto que hoy en día el Internet cuenta con una indefinida cantidad de información valiosa y de gran calidad, también es cierto que una búsqueda puede arrojarnos un tumulto de resultados llenos de fuentes de información poco confiables que en vez de facilitarnos las tareas, se convierten en desinformación al no tener cuidado de identificar, entre todo los resultados, qué información si es confiable y cuál no.
    Tengamos en cuenta que, hoy en día cualquiera puede publicar lo que quieran en la Web.
    Algo que resulta maravilloso y molesto a la vez con respecto a Internet es que casi cualquier persona puede abrir una página web en cuestión de minutos. No hay duda de que se trata de una gran ayuda para la libertad de expresión, porque se puede lanzar un mensaje y comunicar algo al mundo entero sin tener que gastar un montón de dinero o esfuerzo para ello. Pero eso también implica que no hay que olvidarse de que gran parte de lo que se encuentra en Internet tiente tanta veracidad como lo que podría decirte sobre un asunto concreto alguien a quien pararas por la calle para preguntarle su opinión. Por lo tanto, debes usar el sentido común y el ojo crítico para poder determinar si la información que encuentras en Internet es exacta o no.
    1.Fíjate en las fuentes. Si la página web está publicada por un departamento del gobierno, como el CDC o el IRS, lo más probable es que la información que se ofrezca en ella sea precisa y haya sido contrastada por múltiples fuentes expertas antes de ser publicada por la organización. Por el contrario, si la información parte del blog de un usuario particular, lo oportuno sería mostrarse mucho más escéptico, especialmente si el escritor carece de credenciales reconocidas en el campo que se está tratando.

    2.Examina la página web para saber cuál es su objetivo. Si está intentando venderte algo, entonces existe una segunda intención y debes tomar con pinzas todas las afirmaciones que allí se hagan, aunque se asegure que están avaladas por "expertos".
    3.Evalúa el tono general de la web. Si la fuente es fiable, debe mostrarse equilibrada y abordar ambos lados de una discusión sin inclinarse por uno u otro. Y una vez más, si la página web hace generalizaciones desorbitadas o promesas poco realistas, lo más probable es que no se trate de una fuente fiable, incluso aunque parte de la información sea técnicamente precisa. Igualmente, una página que esté mal escrita, con numerosos errores gramaticales y una presentación pobre, tendrá que ser evaluada de forma más critica que una que esté redactada de forma profesional y tenga un tono marcadamente competente.
    4.Busca las fuentes de la información ofrecida por la página web. Las fuentes deben ser además de gran calidad. Te resultará útil saber diferenciar entre fuentes primarias y secundarias. Las primarias suelen ser más fiables que las secundarias. Los periodistas no pueden investigar en profundidad aquello sobre lo que están escribiendo, por lo que es posible que ofrezcan algunos detalles erróneos en sus artículos.
    5. Comprueba si existen otras fuentes que corroboren la información vertida por la página web. Normalmente, si un dato es real y preciso, será publicado en más de un lugar.

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